No existe la app perfecta, eso lo aprendí con los años

No existe la app perfecta para trabajar y mejorar los procesos.
No existe la app perfecta para trabajar, no importa cuantas veces te lo digan. Solo la que más se adapta a cada uno.

Tenía tiempo queriendo escribir sobre este tema en mi blog, pero entre la falta de tiempo y el vaivén del día a día, lo fui postergando. La verdad es que cada vez veo a más personas caer en algo de lo que yo mismo logré salir hace un tiempo: esa búsqueda interminable de “la aplicación perfecta”.

Pasé por eso, y al final solo perdí una cantidad absurda de tiempo probando herramientas que prometían ser la solución definitiva. Cada mes aparece una nueva app vendiendo esa idea de perfección. Pero, ¿realmente existe tal cosa o solo es marketing bien diseñado? Hablemos sobre eso.

Todas las apps tienen sus funciones, pero depende de nosotros adaptarlas a lo que necesitamos

Un ejemplo claro de lo que digo es Notion. Yo soy usuario porque me permite construir exactamente lo que necesito, a mi manera, con mi lógica y mi forma de trabajar. Pero eso no significa que lo que me funciona a mí le va a funcionar igual a mis colegas o compañeros.

Cada quien tiene su propio flujo, su forma de pensar, de organizarse, de priorizar. Y ahí es donde está la clave: no se trata de encontrar “la app perfecta”, sino de entender qué necesitas tú y cómo una herramienta puede adaptarse a eso, no al revés.

La mejor forma de encontrar la app adecuada es conocer nuestro flujo de trabajo

Pasé años probando apps que me recomendaban, convencido de que el problema era yo, que debía cambiar mi flujo de trabajo porque “así sería más productivo”. Me metí en ese ciclo de pensar que si usaba la herramienta correcta, todo iba a mejorar.

Pero la verdad es que solo perdí tiempo. Tiempo valioso que invertí migrando bases de datos, proyectos, tareas… y ni hablar del esfuerzo mental de volver a empezar una y otra vez.

Con el tiempo entendí que la clave no está en seguir modas o lo que le funciona a otros, sino en conocer cómo trabajo yo, qué necesito realmente y buscar una herramienta que se adapte a eso, no al revés.

No sigas cayendo en ese ciclo. Es mejor invertir tiempo en investigar bien las apps, probarlas a fondo y ver si realmente se ajustan a tu forma de trabajar. Pero no cambies lo que ya te funciona solo por tener un flujo más largo, complejo o “bonito”, porque al final eso solo quema tiempo que no se recupera.

Por eso hoy me dedico a ayudar a empresarios a optimizar sus flujos de trabajo. Porque cambiar de apps cada tanto no solo es desgastante… también es perder dinero y tiempo que podrías estar invirtiendo en hacer crecer tu negocio.

Esta es mi reflexión sobre este tema

La herramienta ideal no es la más popular, ni la que todos recomiendan, ni la que tiene más funciones. Es la que se adapta a ti, a tu ritmo, a tu negocio. Si te ahorra tiempo, te da claridad y se alinea con cómo piensas y trabajas, entonces esa es la indicada. Y si no existe aún, créala con lo que tengas. Pero nunca más sacrifiques tu productividad por encajar en una app que no fue hecha para ti.

Read more